El tradicional equipo rumano Steaua Bucarest, que fuera campeón de la Copa de Campeones de Europa en 1986 y perdiera la final de la Copa Intercontinental del mismo año ante River Plate de Argentina, sufrió de una insólita medida legal que le impidió utilizar su nombre y su escudo en el último partido de la liga.
El miércoles pasado, el club había perdido un juicio iniciado en 2011 por el Ministerio de Defensa del país, que había solicitado que dejara de utilizar la denominación “Steaua”, sus colores y su logo.
En rigor, el Steaua fue fundado en 1947 por el propio ejército rumano, que depende justamente de Defensa, pero en en 2004, el por entonces propietario del club, Gigi Becali, decidió inscribir la marca y sus símbolos con fines comerciales, algo con lo que la cartera de gobierno nunca estuvo de acuerdo.
Ayer, el equipo disputó su partido de liga sin mencionar su nombre -se llamó “Campeón de Rumania”-, con su camiseta alternativa (amarilla en lugar de los tradicionales colores azul y rojo), sin escudo en el pecho y con el cartel electrónico del estadio que apenas decía “Local”.
Pero hoy el Steaua Bucarest recuperó temporalmente su identidad, ya que acordó con Defensa poder utilizar sus símbolos al menos hasta fin de año. “Se alcanzó un acuerdo con el propósito de que no afecte al equipo de fútbol en la liga y en la Europa League”, dice el comunicado de la institución, emitido tras una reunión entre su actual presidente Valeriu Argaseala y representantes del ministerio.
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