Probamos la demo del FIFA 17

Lo primero que salta a la luz con el juego, sin dudas, son sus gráficos. Beneficiados de probarlo en una PlayStation 4, pudimos exprimir al máximo el nuevo motor de imagen Frosbite, la cenicienta del juego. Una decena de animaciones nuevas destacan en cada uno de los movimientos, así como en los primeros planos de las repeticiones, dignas de las mejores transmisiones televisivas. Entrar en un ambiente real no es muy difícil.

Esto también es producto de la gran iluminación que tiene el juego, sobre todo jugando de noche (aunque a veces se torna ciertamente oscuro). Tal vez, el balón es lo peor cuando se juega de noche. Ni siquiera se notaba que era un adidas Errejota, sino que es una simple esfera blanca. A su vez, los cantos en las gradas incluso impulsan el juego. Escuchar el “Así, así, así gana el Madrid” pondrá la piel de gallina a todos los hinchas Merengues.

Propiamente dicho el juego en sí, tiene un ritmo menos caótico y vertiginoso que en ediciones anteriores. O al menos así es en la demo, teniendo en cuenta que a veces varía levemente con respecto a la versión final. Además de los nuevos remates y cabezas hacia el piso, siendo estos dos grandes pilares del juego, hubo otras dos características que llamaron, para bien, la mi atención.

El primero de ellos es el movimiento de los jugadores. No sólo en ataque se aprecian buenos movimientos en busca del espacio para rematar, sino también en el resto del campo. La inteligencia artificial del jugador se vio notablemente incrementada, incluso viendo como mediocampistas se ubican entre los defensores centrales para facilitar la salida. Así, la experiencia para aquellos que disfrutan el juego y no sólo corren para adelante, se vio incrementada totalmente. Más aún, cuando se ponen los controles en manual, convirtiéndose en un divertido desafío.

El otro punto, más bien polémico desde el primer juego, es la actuación de los porteros. En la demo del FIFA 17, los arqueros realizan movimientos muy interesantes, y voladas mucho más realistas que en otras ocasiones. Cierto que todos los arqueros son buenos, por el nivel de los equipos, pero su protagonismo creció notablemente. Incluso, como detalle visual, se manchan los codos ante una atajada que los hace resbalar.

De todas formas, también producto del nuevo motor de imagen, muchas veces ocurren ciertas acciones impensadas. No siempre toman las mejores decisiones, rechazando pelotas que fácilmente podrían ser agarradas. Además, a veces, literalmente, el arquero se entierra en el piso, desapareciendo el brazo de la imagen, y pasando la pelota a través de él, yendo ésta al ras del piso.

La conclusión sobre el gameplay es que mejoró, mucho, sobre todo notando que no todos los equipos juegan igual, algo en lo que el PES toma la delantera sin lugar a dudas. Habrá que esperar a la versión final, y jugar en modo carrera, para saber si es lo mismo jugar frente al Sunderland de local, que visitar el imponente Old Trafford, como sucedía en ediciones anteriores, cuando el jugador era avanzado.

La demo del FIFA 17 contaba con una preview del nuevo modo de juego, en el que uno se puede poner en la piel de Alex Hunter. En éste no sólo se puede jugar individualmente, sino que también se puede seleccionar la opción de jugar como un equipo, como lo es tradicionalmente. Es una opción muy similar a MyCareer del NBA 2K, pero ciertamente limitada, ya que aquí no se puede elegir el protagonista, ni otras opciones de personalización.

Hay dos posturas a la hora de encarar este modo. Arrancar con un equipos grande de la Premier League y ganarle la pulseada a los grandes delanteros ya presentes; o comenzar en un equipo más modesto e ir creciendo hasta llegar a lo más alto posible. En lo personal, me resulta más interesante la segunda opción, entendiendo la primera, sólo si es hincha de uno de esos clubes grandes.

Pero además de jugar dentro del campo de juego, resulta muy atractivo todo lo que se hace fuera del mismo. Entrenamientos e incluso la vida personal de Alex. La lucha con su compañero Walker parece de lo más entretenido del juego, e incentiva a uno a rendir mucho mejor. A su vez, formar la personalidad del jugador con cada una de las respuestas que se da, ayudará a formarlo tal como es uno. Sintiendo más arraigo por él.

El gran cambio del videojuego desde su jugabilidad son las pelotas paradas. Tiros de esquina, tiros libres y penales fueron totalmente renovados, brindando una experiencia más completa y entretenida. Ya no sólo se aprieta el botón y se selecciona la potencia y dirección, sino que la cuestión es más completa.

Los corners son, tal vez, lo que menos me agradó en lo personal. El target (que se puede eliminar) resulta demasiado predecible a la hora de jugar, y sobre todo, demasiado preciso. Tal vez es cuestión de costumbre, pero que la cámara ya no esté más detrás del jugador, resulta un cambio muy profundo.

Con los tiros libres la cuestión es algo similar, pero también más interesante, sobre todo cuando se remata al arco. La posibilidad de elegir la carrera, e inclusive correr rápidamente hacia el balón, modifica totalmente la forma de impactar, haciendo un desafío más divertido hacer un gol de tiro libre. Cuestión que antes era demasiado sencilla, sobre todo cuando se utilizaba un jugador que medianamente supiera impactar el balón.

Finalmente, los penales sí que son de mucha diversión. Al principio fue un cambio inentendible, y no podía anotar siquiera un penal. Pero con el correr de las series, se volvió más alegre patear un penal, teniendo que manejar varios factores, a los que antes no se podía controlar. Además del ejecutante, los porteros también se ven mejorados, con lanzadas mucho más reales, y atajadas que incluso a veces terminan en gol.