No existe rasgo más identificatorio, aparte del escudo, que la camiseta de un club. No sólo lo representa dentro del campo de juego, sino en las tribunas, en la calle, en el resto del mundo. Cuando llegó la nueva dirigencia al club cordobés, recuperar el valor de su uniforme de juego era algo fundamental. Continuando con ese proceso, lanzaron hace unos días la nueva camiseta Penalty de Talleres 2017/18, y gracias al área de comunicación de la institución, Marca de Gol la analiza en detalle.
Review | Camiseta Penalty de Talleres 2017/18
Tras tener como gran protagonista la temporada pasada a unos gruesos bastones con un diseño en su interior (ver en detalle), esta temporada la ecuación cambia bastante. El frente ahora destacará por la presencia de seis finos, aunque no tanto, bastones en azul marino que se extenderán hasta la zona de los hombros, con predominio del blanco en los laterales. A grandes rasgos se puede decir que el cuerpo en sí de la casaca es blanco con detalles azules, hecho que resaltará más aun en la espalda.
Pero antes de pasar a esa parte, nos centraremos en el superior, donde aparece un protagonista que había estado ausente en las últimas colecciones: el bordó. Cumpliendo un rol protagónico en la línea de entrenamiento, aquí dice presente con una fina línea que separa la zona de los hombros, además también de continuar en el interior del cuello. El mismo se remonta nada más, ni nada menos, que a la primera equipación que utilizó el club en 1913/14 que, por un problema de coloración, pasó de tener franjas azules a unas bordó/morado. Retomando sobre el cuello, el mismo es ciertamente simple, en forma de ‘v’, afinándose a medida que se acerca a la unión delantera. En su interior posee una gran T, que por ejemplo también nos recuerda a las Tiendas Talleres (ver más); mientras que en la nuca se estampa el logo de la firma proveedora.
Punto aparte para las mangas y la espalda. Las primeras son principalmente de color azul, lisas, a excepción de los puños que son blancos, al igual que el patrocinador estampado. Lo interesante viene en el trasero del modelo, donde una enorme superficie blanca interrumpirá el paso de los bastones, que estarán limitados exclusivamente a la zona baja. El único propósito es mejorar la visibilidad de las estampas, ya que estéticamente, cuando no están implantadas, realmente no queda del todo bien. Por eso mismo, siempre y cuando sea posible y/o le guste al potencial comprador, recomendamos comprarla con el nombre y número de algún jugador. No sólo completará el espacio vacío, sino que también suma un trazo distintivo más, ya que la fuente fue diseñada por el propio club cordobés.
Más allá de lo visual, una importante parte de los jerseys está en su construcción, más que nada cuando se va a pagar $1500 (85 Dólares al cambio de hoy). Por suerte para los hinchas de la T y simpatizantes en general, cumple muy bien en este ítem. La tela es una microfibra de poliéster perforada mayoritariamente, con recortes en espalda y laterales de un textil más abierto y liviano que facilita la respiración de la prenda. Las costuras son precisas, de buena calidad, al igual que todas las estampas y el bordado del escudo, con hilo plateado. Eso sí, es extremamente fácil de engancharla y producirle esas molestas ínfimas piezas de tela que quedan colgando. Aquellos que sean cuidadosos, e incluso la laven como corresponden, no tendrán porqué sufrir de estos altercados.
A la espera de la variante alternativa, ¿qué te pareció la nueva camiseta Penalty de Talleres 2017/18? ¿Crees que el club y la marca vienen por el camino correcto o sientes que es el momento de algún cambio? No olvides dejar tu opinión debajo y compartir la nota si te gustó.