“Puskás, Hungary”: fútbol de lujo en el Bafici

Los amantes de la estadística destacan su asombroso promedio goleador: 83 tantos marcados en 84 partidos jugados para su selección. Pero Ferenc Puskás fue mucho más que eso…

El documental dirigido por Tamás Almási le aportó el toque futbolero justo a la 12ª edición del Festival Internacional de Cine Independiente de la Ciudad de Buenos Aires (Bafici), con una película que muestra excelente material original de diversas épocas, incluyendo fotos y videos desde los años ’30 hasta la muerte del protagonista, sucedida en 2006.

Se destacan, claro, entrevistas a otras glorias del deporte más popular, como Di Stéfano, Pelé, Beckenbauer, Platini y muchos otros, pero el protagonista que aporta la magia durante los 116 minutos es el gran Öcsi, como le decían en su país natal, o “Pancho”, como apodaron durante sus años madridistas.

Puskás nació al lado de un campo de fútbol, en Budapest, y se enamoró del verde césped para toda su vida. Siempre se mantuvo fiel a su familia y a su país, a tal punto de rechazar una oferta multimillonaria para jugar en Juventus (Italia), para quedarse cerca de los suyos.

Pero la política influyó en su vida durante décadas, primero como jugador-oficial y representante del gobierno comunista de su país, y luego porque fue perseguido, prohibido y declarado “traidor a la patria” por los mismos gobernantes, quienes impidieron su regreso al país hasta los años ’80.

Antes, en 1952, capitaneó a la selección húngara que ganó los Juegos Olímpicos de Helsinski, y al año siguiente dio cátedra en Wembley, en la goleada por 6-3 a Inglaterra; sin embargo, sufrió la final del Mundial ’54, en el que, inesperadamente, su equipo cayó 3-2 ante Alemania Federal, tras ir ganando de forma cómoda por 2-0.


Luego de la invasión soviética a Hungría, en 1956, Puskás decidió no volver a su tierra. La pasó mal, no tuvo dinero y dudó en seguir jugando. Pero su carrera no estaba terminada: fichó para el Real Madrid y junto a Kopa, Rial, Di Stéfano y Gento formó la delantera más famosa de la historia del fútbol europeo, que se cansó de ganar títulos locales e internacionales. Dato de color: ¿dónde debutó Puskás jugando para los Merengues? En Buenos Aires, en el estadio Monumental.

Se retiró del fútbol casi a los 40 años, y luego fue DT ídolo en Grecia (subcampeón de Europa con Panathinaikos) y tuvo experiencias varias en todos los continentes. Su generosidad y simpatía hicieron que fuera muy querido y respetado por propios y extraños.

Hoy se lo reconoce como el “húngaro más famoso del mundo”, pero esto no es algo exclusivo de estos días: después de aquellos Olímpicos del ‘52, ganado por su equipo, Puskás recibió miles de cartas de admiradores de toda Europa.

Entre tantas palabras y remitentes, una caja anónima, proveniente de Suecia, contenía una pelota, a manera de regalo. Sólo había una inscripción en el envío: “Puskás, Hungary”. El obsequio le había llegado a su casa perfectamente, sin otro dato adicional.

*Artículo redactado por el editor de Marca de Gol originalmente para el sitio web Articularnos.com.