Factura 1,3 billones de dólares por año, fue fundada hace un siglo y es una de las principales empresas de utensilios. En Argentina, decir Tramontina equivale a cuchillo, el que se usa en cada comida. Desde la primera fecha del Torneo Clausura y durante todo 2011, la firma brasileña aparecerá además en la manga de la camiseta de River, que compartirá con otra empresa carioca, Petrobras, que cruza la banda roja.
“En los próximos días anunciaremos la llegada de un nuevo sponsor, que nos viene bárbaro para mejorar las finanzas del club“, admitió el miércoles Daniel Passarella, el presidente de River. Si bien el ‘Kaiser’ no quiso confirmar el desembarco de Tramontina, es un secreto a voces en los pasillos del Monumental que la semana que viene se realizará la presentación y que el domingo 13 contra Tigre, River lucirá a la firma de cuchillos. De allí que los hinchas del club bromeen en los foros con que River saldrá a jugar con el ‘cuchillo entre las mangas’.
No será la primera vez que River tenga auspiciante en sus mangas. Durante 2009, tuvo un as, el de PokerStars.net, que también había desembolsado u$s 600.000. La cifra, si bien es importante en el mercado local, apenas le alcanza al club para abarcar las deudas que tiene pagar en el corto plazo. Por ejemplo, según Passarella, esta semana le debió pagar 500.000 dólares a una empresa boliviana que había organizado un superclásico que nunca se jugó. José María Aguilar habría cobrado el dinero por anticipado.
Por el arribo de Tramontina, River será el club argentino que más dinero recibirá por sponsoreo de su camiseta, ya que Petrobras le paga otros u$s 2,5 millones por año. Boca lo sigue cerca, por los u$s 2,5 millones que aporta LG y los u$s 500.000 de la francesa Total.
En un semestre en el que además debe pelear el descenso, sanear el déficit operativo es el anhelo de Passarella. En esa búsqueda, en los últimos días se cerró un vínculo bianual con Coca Cola por u$s dos millones, y otro por el alquiler del Monumental para diez recitales, a u$s 300.000 cada uno.
Por Bernardo Vázquez
Fuente: El Cronista