Vincent Monnier: “Por la mala reputación, en el fútbol se pierden inversiones”

En 1995, Joseph Blatter, actual presidente de la FIFA, dio el puntapié para la creación del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), para que esta actividad que mueve millones de personas y de recursos se acercara al mundo académico. La iniciativa no sólo involucró a los países generadores de cracks como la Argentina, sino a otros donde el deporte es aliado de la política, como el caso de Palestina.

El hombre que se encarga de tejer las redes entre la FIFA y las universidades vino a la Argentina para organizar un encuentro mundial de dirigentes deportivos previsto para este mes -entre los cuales se encontrarán los responsables de Brasil 2014-, y también para lanzar la novena edición del curso de Derecho y Management del Deporte, que realiza el CIES con la Universidad Católica Argentina (UCA).

Estudioso de la historia y las Ciencias de la Comunicación, Vincent Monnier es todo un diplomático. Antes de trabajar para el CIES, se ocupó durante 12 años de las relaciones internacionales de la FIFA con sus federaciones miembro, entre ellas la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Hoy viaja por el mundo sumando universidades a la red.

-¿Sólo incorporan universidades en lugares donde haya un buen semillero deportivo?

-En algunos casos coincide con el desarrollo del fútbol, pero en otros sitios seleccionamos universidades por cuestiones más políticas, como es el caso de Palestina, donde queremos desarrollar el deporte. También tenemos tres acuerdos en Africa, otros dos en Europa y estamos en negociaciones con Líbano, Emiratos Arabes Unidos y la India. Queremos llegar a 20 universidades. Buscamos cuidar la calidad y no sumar demasiados socios.

-Ya están en la India, ¿para cuándo China?

-Es una de nuestras prioridades, pero no de manera inmediata.

-¿Por qué esta necesidad de vincularse con las universidades?

-De manera general, en todos los deportes y no sólo en la Argentina, vemos que la gestión es muy débil tanto a nivel de federaciones como de clubes, ya sean entidades grandes o pequeñas. Por la mala reputación, en el fútbol se pierden inversiones.

-¿Y por qué debería importarle eso al deporte?

-Porque ese problema de imagen hace que los patrocinadores potenciales no inviertan. Nadie quiere asignar recursos a una entidad que está mal gestionada.

-¿Qué elemento es el más crítico del gerenciamiento de las entidades?

-La gran mayoría de los clubes están gestionados por gente amateur, que tiene sus desarrollos privados y que en su tiempo libre administra el club. Una institución semejante, que involucra gran cantidad de dinero y de gente y que tiene una función social tan importante, no puede ser administrada sin las herramientas adecuadas.

-¿Encuentra algún denominador común en los problemas que enfrentan las entidades deportivas en el mundo?

-En todos los países, ya sean sobre o subdesarrollados, el elemento que se repite es la carencia de gestión deportiva, sea cual fuere la dimensión de la entidad. En todo el mundo, los dirigentes, incluso aquellos que tienen cierta formación, tienen una visión a corto plazo. Buscan ganar un campeonato o lograr el dinero de la venta de un jugador, pero no saben ver más allá de eso. Falta una visión de largo plazo. No se puede administrar una institución pensando como un hincha. Por eso, hay que contar con gerencias profesionales para que cada decisión sea tomada dominando todas las áreas y analizando los pro y los contra. Podría pensarse al club como una empresa, donde la dirigencia vendría a ser equiparable a los accionistas que marcan las pautas generales, y la gerencia se ocupa de la ejecución cotidiana.

-¿Podría llegarse a una profesionalización de la dirigencia?

-Si fueran profesionales sería ideal, pero muchas veces no es absolutamente necesario si existen gerentes debidamente capacitados en cada una de las áreas.

-¿Qué opina sobre de la participación de la mujer en el fútbol?

-La mujer está avanzando en todo lo vinculado al fútbol, pero no sólo en la cancha, también en lo dirigencial, y Joseph Blatter lo recalca todo el tiempo. Por eso, la FIFA está trabajando para aumentar la proporción de mujeres en sus comisiones. Tienen otra mirada, otras ideas y hay que aprovecharlas. No es casualidad que en los últimos tres años los premios a los mejores trabajos realizados en los cursos que propicia la FIFA y el CIES en la Argentina, España y Palestina fueron obtenidos por mujeres.

-No puede pasar por la Argentina sin opinar sobre Messi.

-Es el mejor. Es sencillo, nada presumido. Es un buen ejemplo para los jóvenes porque ayuda a contrarrestar esa búsqueda desesperada de la fama rápida y el show. Tengo dos sobrinos que están en las antípodas: uno prefiere a Messi y el otro imita todo el tiempo a Ronaldo.

Por Silvina Scheiner

Fuente: La Nación