En un hecho poco frecuente en el súper profesional fútbol moderno, Sandro Rosell renunció a la presidencia del FC Barcelona, el club más emblemático y ganador de los últimos años.
El ahora ex titular de la institución catalana dio un paso al costado a partir de fuertes sospechas de corrupción en la transferencia del jugador brasileño Neymar, la última joya adquirida por el Barça, antes del comienzo de la presente temporada de la Liga española.
Rosell dio una conferencia de prensa en las últimas horas en la que explicó las razones oficiales de su paso al costado: amenazas a su familia y "una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida ha desembocado en una querella contra mí en la Audiencia Nacional", en alusión al caso Neymar.
El escándalo surgió a partir de una presentación judicial que realizó Jordi Casas, socio del club, que denunció el pago no declarado de 10 millones de euros a N&N, una empresa que es propiedad del padre del jugador.
Hasta ése momento, oficialmente el Barcelona había comunicado los siguientes pagos: 17,1 millones de euros al Santos de Brasil por el traspaso, 40 millones a N&N, en concepto de indemnización por la adquisición frustrada de los derechos del futbolista, 7,9 millones al club brasileño por el derecho prioritario sobre tres juveniles de sus inferiores y la posibilidad de indemnizarlo por 4 millones de euros en caso de suspenderse un partido amistoso que también fue pactado en el marco de la operación.
Sin embargo, la presentación de Casas siguió su camino en Tribunales, a tal punto que Pablo Ruz, juez de la Audiencia Nacional, admitió la querella contra Rosell, ya que los hechos denunciados "podrían apuntar a una simulación contractual presuntamente llevada a cabo entre los firmantes de los acuerdos".
En la conferencia de hace algunas horas, Rosell se limitó a afirmar que "el fichaje de Neymar Junior es correcto", y agregó que "la contratación ha provocado la desesperación y la envidia de algunos de nuestros adversarios".
Luego, en el mismo marco, Josep Maria Bartomeu fue anunciado como nuevo presidente del Barça. En dicho encuentro ante los periodistas, se confirmó que no habrá elecciones anticipadas, y que dirigirá el club hasta el año 2016.
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