El periodista Alejandro Wall firma este artículo en el periódico Crítica de la Argentina de hoy. A continuación se reproduce el texto, y luego algunos comentarios.
Obra y gracia del negocio futbolero, desde los ochenta para acá algunos hinchas tienen la capacidad de identificar las épocas de sus equipos por la marca que los jugadores llevaban en el pecho. Las publicidades en las camisetas se hicieron parte de la naturaleza, un lugar que se ganaron a fuerza de billetes. Ahora existe la posibilidad –aun endeble- de que Racing retorne, al menos por un tiempo, a la pureza de su celeste y blanco. Aunque no se trata de un vuelco a la bohemia: es la estrategia de marketing de quien pondrá la plata.El club de Avellaneda terminará a fin de año su vínculo comercial con el Banco Macro. Desde hace un tiempo, entonces, comenzó a buscar nuevo auspiciante. Y apareció otro banco, el Hipotecario. En las negociaciones, alguien de la entidad lanzó la idea: dejar limpia la camiseta.–Y entonces ellos harían una campaña publicitaria diciendo que le devolvieron la camiseta a su único dueño, o sea, Racing cuenta un hombre que viste de celeste y blanco a rayas verticales.Pero todavía están en negociaciones. La idea de esta publicidad en ausencia no está cerrada. Es que para eso el banco tendría que sumarle a la plata por el auspicio, que serían unos 900 mil dólares, la que pondría en la campaña avisando que esponsorea la camiseta. Si hasta aquí se entendió, seguimos.Quienes conocen los claustros de Avellaneda, sostienen que al Hipotecario lo acercó Diego Bossio, ex director del banco, actual titular de la ANSES y, sobre todo, hincha de Racing. Pero, como siempre ocurre cuando se cruzan estos nombres, nadie lo pudo confirmar.Una camiseta sin publicidad es, a esta altura del negocio, un suceso extraño. Algunos sostienen que la primera marca en una camiseta fue Vinos Maravilla, en 1983. Otros creen que fue Seven Up, cuando se la adosaron Argentinos y Platense. Pero un hallazgo del blog La pelota no dobla muestra que Boca tuvo, en 1967, a la gaseosa Crush. Ese, aseguran, fue el momento exacto de la invención.–A todos nos gustan más las camisetas sin publicidad, eso es así, pero la publicidad financia el gasto de los clubes –dice Leonardo, de la Asociación de Coleccionistas de Camisetas de Fútbol, aplicándose al pragmatismo.Barcelona es un símbolo en estos asuntos. Al menos por ahora, mantuvo casta y pura su camiseta azulgrana. Sólo desde hace un tiempo lleva impreso el logo de Unicef aunque sin recibir dinero a cambio. Se cree, sin embargo, que la próxima temporada tirará por la ventana esa tradición. El Athletic de Bilbao dejó la virginidad el año pasado, cuando estampó Petronor en su pecho.En la Argentina, durante los últimos tiempos, algunos equipos han jugado partidos a casaca limpia. Pero sólo porque no habían cerrado acuerdo con ninguna empresa. Ahora, algunos tienen la camiseta loteada con más de un espónsor. Ni los pantaloncitos se salvan para armar esos cocoliches publicitarios divididos en once hombres que patean una pelota.
Finalizado el artículo, vale la pena aclarar que una propuesta similar habría sido acercada por la firma PUMA al Club Atlético Independiente para el pasado torneo Clausura 2009, en la que el Rojo estrenó la marca alemana con una camiseta que, aunque lucía Powerade en sus mangas, mantuvo durante todo el campeonato el rojo en su pecho, sin otro sponsor.
Por los pasillos del club rojo de Avellaneda se comenta que la marca alemana propuso que durante el torneo presentación se tratara de “manchar” lo menos posible la camiseta, a cambio de un monto en dólares, claro, una especie de “lucro cesante”.
Por otra parte, es importante sumar un dato al artículo de Crítica, que es en 2010 la nueva indumentaria de Racing, tal como lo adelantó Marca de Gol hace unos meses, será diseñada por la firma brasileña Olympikus, en lugar de su compatriota Penalty.