Junto con la pelota que empezó a rodar nuevamente en el Torneo Apertura 2010, se moviliza una gran bola de dinero que moverá el millonario engranaje de goles y gambetas cada domingo y que les significa a los clubes un gasto que va desde los $ 60 millones (U$S 15 millones aproximadamente) por campeonato que gasta un “grande” hasta los 6,6 millones (U$S 1,6 millones) que desembolsa una institución de las más modestas.
La porción más abultada se destina a los sueldos, premios y primas de los jugadores, que en un club como Boca Juniors, con 30 profesionales, insume $ 69 millones (U$S 17 millones) por temporada, es decir, 34,5 millones por torneo, según el presupuesto financiero 2010/2011 de la entidad xeneize. Un plantel como el de Lanús, en tanto, demanda seis millones por mes, siendo su jugador mejor pago Sebastián Blanco, que cobra 158.000 mensuales.
La seguridad se lleva otra buena parte del gasto y significa $ 20 millones (U$S 5 millones) para todos los partidos del Apertura. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) prometió hacerse cargo, pero por ahora no los entregó. Según un ex dirigente de un club bonaerense caracterizado por su buena gestión, un operativo de “alto riesgo” para un partido involucra a 800 efectivos y cuesta $ 50.000.
El solo abrir el estadio es un “detalle” que requiere entre 50 y 150 empleados, según la magnitud del club, para funcionar correctamente. Se trata de boleteros y demás operarios, agremiados a la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) en la categoría “rama de reunión”. Según figura en la página web del gremio, este personal cobra entre $ 120 y 150 por partido.
Roberto Digón, ex dirigente boquense durante la época dorada de Carlos Bianchi, señaló que sólo abrir las puertas de la Bombonera para todos los partidos del año le significa a Boca $ 16 millones (U$S 4 millones) anuales; unos siete millones para el Apertura (ya que otra parte corresponde a partidos del Clausura y a encuentros por otros torneos y amistosos). “Después, tenés los gastos de traslado, comidas y hotel, que también te suman y, en el caso de Boca, llegan a los 15 millones de pesos por año”, explica Digón.
En cuanto a River Plate, que no brindó números de su presupuesto de fútbol, sólo se puede analizar lo que surge de lo destinado para el torneo anterior, en el que se destinaban $ 41,5 millones (U$S 10 millones) en salarios. Además, la planilla de gastos aprobada por la comisión directiva anterior a la llegada de Daniel Passarella establecía $ 929.000 en gastos anuales de hospedajes; 315.000, en comidas y refrigerios, y 457.000, en consultas médicas y medicamentos. La gestión de “el Káiser” depuró el plantel y lo redujo de 60 a 30 jugadores.
Muchos viven del negocio del fútbol, pero no todos se llevan la misma tajada. Por el lado de los jugadores, hay distintos sueldos, según se trate de Primera, Nacional B o Primera B. Pero basta con la máxima división para advertir las asimetrías. Si finalmente Juan Román Riquelme firma su controvertido contrato con Boca, cobrará por mes (sin contar premios) $ 496.550 (U$S 125 mil), mientras que el salario mínimo que establece el estatuto de la AFA para un juvenil de primer contrato es de $ 4320 (U$S 1090).
En Nacional B, los mejores ingresos son para aquellos que han pasado por la A, como fue el caso de Javier “Satanás” Páez, que recibe de Atlético Tucumán $ 60.000 por mes (el sueldo mínimo para esta división es de 3125). En Primera B, Lucas Pusineri arregló con Platense el pago de 20.000 mensuales (el sueldo mínimo en esta categoría es de 2500).
Por el lado de los ingresos, el mayor aporte es la venta de jugadores. Pero más allá de eso, el dinero de la TV hace lo suyo. De acuerdo con el último reparto aprobado por la AFA, Boca y River recibirán $ 30,6 millones (U$S 7,7 millones) cada uno; Racing, Independiente, San Lorenzo y Vélez, $ 23,1 millones (U$S 5,8 millones) cada uno, y los restantes 14 equipos de Primera, 16,8 millones (U$S 4,2 millones) cada uno.
Según el último estudio de la consultora Deloitte sobre el fútbol de América latina, elaborado en 2007, el 34% de lo que ingresa en los clubes argentinos se debe a transferencias de jugadores; el 19%, a derechos de televisación; el 5%, a la venta de entradas; el 11%, a las cuotas sociales y el 30%, a otros orígenes (incluye sponsors).
Los dirigentes son reacios a dar los montos de los contratos por patrocinio, pero se sabe que LG le paga a Boca Juniors U$S 2,2 millones por la temporada, Petrobras le entrega a River dos millones, Banco Hipotecario le da a Racing un millón y Walmart aporta 705.290 a San Lorenzo. Independiente (Motomel) y Vélez (Mondial) no dan cifras.
Cifras que se esconden para evadir impuestos
Una importante consultora privada que elaboraba informes económicos sobre el fútbol argentino desistió de la tarea. Sigue con ese trabajo en Europa, donde las cifras son públicas, pero abandonó la titánica labor aquí, donde obtener el dato del presupuesto de boca de un dirigente es tan difícil como robarle el balón a Diego Buonanotte o ganarle de cabeza al “Flaco” Rolando Schiavi. La explicación está en una sigla de cuatro letras: AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos).
Tal como quedó al descubierto en el affaire entre Juan Román Riquelme y la dirigencia de Boca Juniors, el pago de los impuestos no es tarea sencilla en el fútbol local. “Lo que pasa es que los mismos jugadores que van a Europa y pagan la mitad del sueldo en impuestos acá buscan evadir“, se quejó un dirigente de un club de la provincia de Buenos Aires que no quiso dar su nombre.
Consultada sobre la rencilla entre el ídolo xeneize y el presidente Jorge Amor Ameal, que un ex dirigente tildó de “jugarreta” para tratar de evadir el pago, la AFIP respondió que el jugador está sujeto al pago de Ganancias (como cualquier trabajador), con una alícuota que puede variar del 9 al 35%, de acuerdo con su nivel de ingresos.
“El nivel de ingresos se compone de la suma de los conceptos que integran el documento que lo vincule al club. El empleador tiene la obligación de retener e ingresar el impuesto a las ganancias que le corresponde pagar al empleado“, expresó el organismo recaudador.
Al cierre de esta edición, la cuestión no estaba resuelta. Sólo hay algo en claro: cada vez será más difícil conocer sueldos, presupuestos y otras cifras en el fútbol argentino.
Por Carlos Manzoni
Fuente: La Nación – Foto: nosomosnadie.fmrockandpop.com