La FIFA implementó un nuevo sistema electrónico para tratar de erradicar el lavado de dinero y otras formas de corrupción en el multimillonario mercado de transferencias de futbolistas. “Este es un momento histórico para el fútbol”, afirmó el presidente de la entidad, Joseph Blatter.
El nuevo sistema será un requisito a partir del viernes para los 3.500 clubes profesionales de fútbol en casi 150 países, después de décadas de mala supervisión que provocó que algunos agentes sean “dueños” de sus clientes y controlen sus destinos, de pagos ilegales entre equipos y compañías, e incluso de lavado de dinero a través de jugadores ficticios.
El concepto de la supervisión es relativamente simple: los clubes inscritos en una red en internet tienen que presentar los detalles de cualquier transacción de un jugador y subir al sistema alguna prueba de pago, la identificación de los agentes involucrados y otros documentos para confirmar el nuevo patrono.
Los dirigentes de la FIFA rehusaron decir cuántos investigadores serán asignados para revisar las transferencias, pero insistieron que habrá severas sanciones para los clubes que incumplan el reglamento, desde advertencias y multas hasta la deducción de puntos o incluso la prohibición de realizar transferencias.
“No se puede hacer trampa en un sistema electrónico”, dijo el asesor legal de la FIFA, Marco Villiger.
Si el comprador y el vendedor suministran información distinta, el jugador no puede cambiar de equipo. Todos los acuerdos tienen que estar listos antes de que cierre el mercado de transferencias, y la FIFA creó un reloj electrónico para evitar las ambigüedades sobre acuerdos de último segundo como el que envió a Andrei Arshavin al Arsenal el año pasado.
El organismo rector del fútbol mundial lleva años tratando de implementar una manera efectiva de supervisar y regular las transferencias de jugadores, y eliminar la avalancha de documentos que los clubes enviaban por fax con detalles de los acuerdos, a veces con información distinta.
La red fue colocada en internet en 2007 y la mayoría de los clubes la han utilizado en los dos últimos mercados de transferencias. A partir del viernes, todos los equipos estarán obligados a ingresar los detalles de cada jugador vendido o comprado en un acuerdo internacional, o la transacción será bloqueada.
Las terceras partes que son dueños’ de jugadores tendrán menos poder, e individuos como el empresario Kia Joorabchian, que controlaba los derechos de los argentinos Carlos Tevez y Javier Mascherano, ya no pueden detener una transferencia en espera de una compensación.
Además, cualquier transferencia de un jugador menor de 18 años necesita de la aprobación de los padres.
El jefe del programa anticorrupción de la FIFA, Mark Goddard, dijo que el nuevo sistema detuvo el mercado de menores en el fútbol sudamericano. “Los clubes dijeron ‘esto es muy difícil, hay demasiados requisitos”’, afirmó.
Fuente: El Universal – Foto: smh.com.au