Punto final al culebrón de la venta de uno uno de los clubes históricos de la Premier League inglesa. New England Sports Ventures, propietario del equipo de béisbol Boston Red Sox, ha cerrado la compra del Liverpool FC.
Aunque el montante de la operación no ha sido revelado, fuentes citadas por Bloomberg aseguran que la cifra asciende a 300 millones de libras (345 milones de euros).
El acuerdo supone un soplo de aire fresco para el conjunto de Anfield, agobiado por un delicada situación económica (351 millones de libras de deuda), deportiva y social que había echado a la hinchada contra sus propietarios, los estadounidenses Tom Hicks y George Gillett Jr., que endeudaron al club para pagar su adquisición.
Hicks y Gillett, que compraron el Liverpool hace tres años y lo pusieron a la venta en abril pasado, tenían de plazo hasta mediados de octubre para refinanciar el préstamo de 280 millones de libras que les había concedido RBS.
El consejo de administración del club ha aceptado la propuesta de New England Sports Ventures a pesar de que esta misma semana Hicks y Gillett aseguraban que la oferta “infravaloraba drásticamente el club” y que resistirían “cualquier intento” de vender sin su consentimiento.
Martin Broughton, presidente del Liverpool, ha asegurado que la propuesta de New England Sports Ventures “es la que mejor cumple los criterios que habíamos marcado para un nuevo propietario adecuado“.
“Una vez eliminado el obstáculo de la deuda de la adquisición, esta oferta nos permite centrarnos en invertir en el equipo“, ha señalado Broughton, que ha acusado a Hicks y Gillett de entorpecer el proceso de venta.
De hecho, el propio Broughton, el director general del club, Christian Purslow, y su director comercial, Ian Ayre, bloquearon ayer el tercer intento de Hicks y Gillett de refinanciar la deuda, según fuentes cercanas a la operación citadas por la agencia Bloomberg.
Venta
La complicada situación económica que atraviesa el Liverpool en los últimos años ha puesto al club en el punto de mira de empresarios y grupos inversores de carácter muy heterogéneo.
Así, han ‘sonado’ como futuros propietarios del conjunto de Anfield desde un fondo estatal chino a un conglomerado indio, pasando por Ras al-Jaima, uno de los siete emiratos que forman los Emiratos Árabes Unidos.
Fuente: Expansion.com