Si una película similar a Ojos rojos, parte de la programación de marzo del Cosmos-UBA, se hiciera en la Argentina, sería, como en Chile, “el documental más visto de la historia”. ¿Por qué? La respuesta: fútbol.
Segunda respuesta: el seguimiento de la selección nacional. En el caso del filme de Ismael Larraín, Juan Ignacio Sabatini y Juan Pablo Sallato, comenzando por la no clasificación a Alemania 2006 y siguiendo por la campaña de Marcelo Bielsa que terminó con la clasificación para Sudáfrica 2010.
“La génesis está en el fanático que llevamos dentro y el interés de comprender esa pasión que paraliza países enteros, incluso en naciones como la nuestra donde en general los resultados son adversos”, sostiene Sabatini sobre uno de los documentales de fútbol con imágenes más sorprendentes.
De hecho, Ojos rojos posee dos cuestiones vitales, que clava en el ángulo. La primera, no renegar de la épica deportiva -ni aun con el resultado puesto-, y jamás estancarse en el formato televisivo.
“El fútbol es un deporte muy estético que ha sido registrado de casi todas las maneras posibles. Nuestro gran desafío fue dar con nuestro propio punto de vista. Nuestro registro, a diferencia de una transmisión, no era guiado por la pelota, si no que fijaba el interés en ciertos detalles que ocurren en los partidos”, dice Larraín.
El segundo factor es saber, reconocer y disfrutar de la popularidad del fútbol. “Una de las gracias del fútbol es que no discrimina -agrega-. Intentamos replicar eso y hacer dialogar a personajes como Juan Villoro, Liniers, Evo Morales, Eduardo Galeano, un taxista colombiano o un hincha fuera del estadio y la opinión de todos ellos es de igual importancia”.
De hecho, la suma de esos dos factores más el documental secreto, el imposible, el increíble que implica ver a Bielsa en la intimidad del entrenamiento (obviamente, casi negando esas cámaras), da como resultado un documental deportivo nuevo, fascinante, y un panorama de situación político y social creado a partir de viñetas de la cancha o aledañas, que pueden ir desde la transmisión rural hasta el vestuario postderrota.
“Fue un trabajo de ocho años, con cientos de reuniones: con canales de TV, con los dirigentes de la ANFP, entrenador y jugadores, para que creyeran en este trabajo, que no buscaba la inmediatez -cierra Sallato-. Una de las bajadas de texto del filme nos la dijo Eduardo Galeano: ‘Dime cómo juegas y te diré quién eres’. Queríamos saber cómo somos los chilenos en la derrota y en los triunfos”.
Por Mario Zabala
Fuente: Clarín
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