Las iniciativas vinculadas al lanzamiento de Nike como sponsor oficial del seleccionado de Francia continúan sorprendiendo por su originalidad y, muy especialmente, por la efectividad para comunicar una idea muy cercana al ideario de la marca americana.
No se trata aquí de vender artículos deportivos, simplemente, y ni siquiera ya de instalar ciertos productos relacionados a un estilo de vida. Lo que Nike está intentando hacer desde hace algunos años es integrar (hasta superponer) su marca a una cultura determinada en el sentido más amplio posible. Y nunca como con las nuevas casacas de Francia logró transmitir esa idea con tanta profundidad.
En rigor, esta estrategia no ha sido desarrollada únicamente por Nike. Cuando adidas, su competidora más directa, filetea el escudo de la AFA o le agrega un sol a la camiseta de Argentina, por ejemplo, o cuando PUMA agrega detalles en color cobre en la casaca de Chile, están intentando hacer exactamente lo mismo. Pero, sin dudas obligada por su corta trayectoria como marca de fútbol y también por lo que indica su propia historia, da la impresión de que Nike se las ingenia siempre para llevar sus ideas mucho más allá.
Primero fue el turno de la camiseta titular de Francia . Había que transformar las más de tres décadas de tres tiras en las mangas de los galos en historia antigua y superada, además de justificar los cientos de millones de euros invertidos en el contrato. Pues bien, los bleus nunca se vistieron tan de bleu como ahora, sin dudas, y las fotos y videos que presentaron el innovador y minimalista diseño con la pipa (para más datos 2.0, en la página de Nike en Facebook antes que en ningún otro lado) enamoraron a multitudes globales.
Después llegó la camiseta alternativa, la del estilo marinero. El que diga que se imaginaba algo así, seguramente está mintiendo. Otra vez: podríamos pensar que se trata nada más que de una remera blanca con rayas horizontales azules, pero es imposible. Allí están las referencias al atuendo histórico de los marineros franceses, a las creaciones de Jean Paul Gautier y hasta al estilo de marcas francesas de tanta tradición como la mismísima Lacoste.
Para cerrar el paquete con un moño, las fotografías de difusión de la camiseta llevan la firma de Karl Lagerfeld, alemán él, pero mundialmente famoso por su labor como director creativo de la casa Chanel, emblema eterno de la alta costura francesa.
Es como un nuevo desembarco en la Normandía: tenemos aquí a una marca global pero de indudable origen estadounidense, apropiándose con voracidad -y con una naturalidad envidiable- de los valores emblemáticos del país de Occidente que mayor resistencia le ofrece a la globalización en liderada por los americanos en el plano cultural, justamente.
Pero todavía hay más. Nos enteramos ahora de que Colette, una tienda francesa especializada en artículos de lujo, dedicará un sector especial de su primer piso a exhibir la camiseta marinera de Nike junto a una serie de productos seleccionados de las casas Chanel, Colorware, Comme des Garçons, Hermès, Ladurée, Longchamp, MontBlanc, Swatch, Trousselier e Yves Saint Laurent. Es decir, mucho de lo mejor del diseño francés estará representado en este conjunto.
Todos los artículos llevan las características rayas horizontales azules, y, para darle un toque tecnológico al asunto, también se ofrecerá un iPhone de Apple con una carcaza en ese estilo.
Este espacio estrá abierto a los compradores a partir del 28 de marzo y hata el 9 de abril, y estará decorado con la colección completa de fotografías de Lagerfeld para el lanzamiento de la casaca de Nike.
No es sólamente una camiseta de fútbol, entonces. ¿No?
Fuente: Arte y Sport