En 2007, Bwin se convirtió en patrocinador oficial del Real Madrid reemplazando a Benq Siemens. La empresa de apuestas austríaca había firmado un primer acuerdo por tres años a razón de 15 millones de euros limpios por temporada. El club blanco y Bwin renovaron esa alianza hasta 2013 con una mejora: 20 millones de euros por campaña.
Este patrocinio tan jugoso se tambaleó con la denuncia que interpuso la empresa española Codere al actual sponsor blanco, porque ejercía una competencia desleal en sus promociones en España, ya que su sede radica en Gibraltar y eso le eximía de tener que someterse a controles legislativos.
Con la nueva Ley del Juego en España (2012), las casas de apuestas por Internet están sujetas al pago de impuestos y, por tanto, sus beneficios y diferentes patrocinios corrían peligro.
Una situación que vio venir el Madrid desde julio del año pasado, cuando firmó con Fly Emirates un patrocinio como aerolínea oficial (es la compañía aérea más grande de los Emiratos Árabes: cuenta con una flota de más de 140 aviones y tiene una media de 2.400 vuelos por semana).
El responsable de la empresa en España, Fernando Suárez de Góngora, declaró en la web Preferente.com el año pasado: “Me gustaría que el Madrid a medio plazo tuviera a Emirates en la camiseta“.
El acuerdo ya está pactado para la 2013-14. El vínculo tendrá una duración de cinco años, a 22 millones de euros libres de impuestos por campaña. Con este incremento, el Real Madrid se convertirá en el tercer equipo mejor pagado de Europa (el United, por AOL-DHL recibe 33 millones, y el Barça, por Qatar Foundation ingresa 30) compartiría patrocinador con Arsenal, Milán, París Saint Germain, Hamburgo, Olympiakos y Raja Club.
Ahora bien, Fly Emirates sueña con implantar su modelo con los gunners. Es el principal sponsor del club londinense y la construcción de su nuevo estadio fue financiada en un 75% (115 millones de euros) por la aerolínea.
Al Madrid le han ofrecido 53 millones al año por cambiar la denominación del estadio a “Fly Emirates Santiago Bernabéu”. En el club, a pesar de la apetitosa oferta económica, han rechazado taxativamente la idea por el arraigo de la afición a un estadio que es algo más que un campo de fútbol. Un santurario y un símbolo…
Por Tomás Roncero
Fuente: As.com
