Hoy se cumplen 10 años de aquella movilización popular que primero derivó en una represión feroz y luego motivó la renuncia del entonces presidente de Argentina, Fernando De la Rúa.
Más allá de recuerdos de lo sucedido y posteriores análisis políticos, sospechas de saqueos de supermercados instigados y denuncias de golpe de Estado, por aquellos días también hubo fútbol, y no cualquier partido: Racing Club, que hacía 35 años no salía campeón, jugó su último encuentro del Apertura 2001 ante Vélez -con un país en llamas- y logró el tan ansiado título.
En este marco deportivo y político (¿sólo en Argentina podía suceder algo así?), el periodista Alejandro Wall lanzó, hace pocos días, el emprendimiento editorial más atractivo del año: el libro “¡Academia, carajo! Racing Campeón en el País del Que se vayan Todos“.
En la obra, el autor repasa el camino futbolístico de aquel equipo dirigido por Reinaldo “Mostaza” Merlo, pero también lo que sucedía en los estamentos gubernamentales del país. Marca de Gol entrevistó a Wall para conocer cómo llegó al concepto del libro y cuáles fueron los detalles de su investigación que más lo sorprendieron.
ENTREVISTA
¿Cómo fue el proceso de construcción del relato? ¿Cuándo te cerró la idea de escribir un libro como este?
Hace mucho que pensaba que era una gran historia mezclar el título de Racing y el Argentinazo. Te diría que desde el mismo momento en que se produjo todo porque viví ambas cosas con gran intensidad. El año pasado le hice la propuesta de escribir el libro a Marcelo Panozzo, editor de Random House Mondadori, y cometió la hermosa irresponsabilidad de aceptar la idea. Luego fue cuestión de ponerse a laburar. Tenía una idea bastante acabada de hacia dónde ir. Había laburado mucho con Racing en los últimos tiempos. En el camino, por supuesto, me fui encontrando con otras historias y el libro, de algún modo, se fue modificando de la idea inicial, que era una crónica sobre esos días de diciembre. A esa crónica, ahora, hay que sumarle el recorrido de los 35 años sin títulos, que explican por qué llegamos a diciembre de 2001 de esa manera.
¿Cuál fue el dato deportivo, político y/o social que más te sorprendió a partir de la investigación que hiciste?
Hay varios a distinta escala. Pero sin dudas elijo el nivel de importancia que el poder político le dio al partido con Vélez. La última fecha se suspendió con la huida de Fernando De la Rúa, Racing iba a tener que esperar para ser campeón y Agremiados pretendía que todo se pasara recién para febrero. Los hinchas salían a la calle a reclamar que se jugara el partido, y finalmente todo se cocinó en la Casa Rosada. No se llega a negociar en el despacho presidencial así nomás. Es cierto que Puerta era presidente interino desde hacía un día, pero él mismo me cuenta que utilizó ese partido para darle un aire de normalidad al país. También está la historia de Alberto Barrientos, juez de línea del partido Vélez-Racing, hincha de la Academia, que cobra el gol de Loeschbor en off side. Ese relato cruza el libro. Y a pesar de que Barrientos explica que lo suyo fue sólo un error, es interesante todo lo que cuenta acerca de cómo en el fútbol argentino se maneja la cuestión arbitral.
Más allá del título conseguido, ¿se puede destacar algo más de la gestión de Blanquiceleste S.A.?
Me cuesta destacar algo de Blanquiceleste porque no creo en la gestión privada para los clubes. Creo que como demostrado daña a la institución. Es cierto que al principio BC hizo buena letra, pero tampoco tenía otra porque estaba a prueba. Sin embargo, la empresa siempre tomó dinero que el club tenía en su cuenta, tuvo una política de pases, como mínimo, desacertada (con contrataciones a préstamo y ventas apresuradas a empresarios) y acumuló deuda desde el primer año. Quien tenía que controlar todo era un amigo de la infancia de Marín. Los problemas económicos no empezaron con De Tomaso, ya con Marín existían. Yo cuento una escena que vivo con Mostaza cuando su estatua llegó al club, en enero de 2009. Ese día lo entrevisté para Crítica en el campo de juego. Para salir a la cancha, cruzamos el túnel, que estaba lleno de agua. Mostaza intentaba no mojarse. Y en el libro escribo que siempre me pareció que esa imagen era lo que nos había dejado el gerenciamiento: el título y la inundación.
A partir de esta obra, ¿tenés pensado encarar otro proyecto editorial vinculado con el fútbol?
Todavía no, estoy tratando de disfrutar de este libro y de procesarlo todavía. Aún no podría ponerme a pensar en otra cosa, aunque tenía algunas ideas antes de empezar con este libro.
+ data: La primera edición del libro, publicado por Sudamericana, cuenta con 6.000 ejemplares. Su valor es de $75 (U$S 17) y ya se encuentra a la venta.
Diego M. Silber
Marca de Gol
www.marcadegol.com