Durante estos días de verano se está celebrando el FCBEscola Soccer Camp en Buenos Aires (ver cobertura completa acá). En el día de ayer, Marca de Gol accedió al evento junto a otros medios especializados, y hemos tenido la chance de dialogar en privado con Javier Cócera Encinas. Él se encarga de la coordinación del campus en Argentina, y nos contó en detalle cómo se lleva a cabo esta clínica de cinco días.
¿Cuándo comenzó esta idea y cuáles son los valores que les tratan de trasmitir a los chicos?
El primer campus en Argentina se realizó el inverno pasado, en el mes de julio, siendo ésta la tercera edición en Buenos Aires, habiendo realizado ya otra en Córdoba. Nuestra idea es llevar lo que es la ideología futbolística del FC Barcelona por el mundo, compartirla con otras culturas, otros países.
¿Tienen alguna idea de expansión, no sólo en Argentina, sino en todo Latinoamérica?
Hoy en día ya contamos con escuelas en todo el mundo, pero también aquí en la región. De momento hay, por ejemplo, dos en Brasil, una en Perú; así como también tenemos en Centroamérica, en República Dominicana y próximamente también en Guatemala. Aun así la idea es ir llegando poco a poco a más sitios, con campus de este tipo.
¿Existe algún segundo escalón en el caso que los chicos quieran continuar con el trabajo de la Escola?
Nosotros (incluyendo otros cuatro coordinadores) nos encaramos únicamente de lo que es la FCBEscola. La idea es que aquí los niños se diviertan durante estos cinco días, y tratar de replicar lo más cerca posible lo que es la experiencia que se viven en las propias escuelitas del FC Barcelona. Ese es nuestro objetivo.
Dentro del campus, ¿cómo se manejan los puestos dentro del campo? ¿Hay alguna diferencia?
Teniendo en cuenta que en el fútbol hay distintos roles, se intenta que el niño participe en todos ellos. Es cierto que hay un programa especial para todos aquellos que especifiquen ser arqueros, teniendo ellos un entrenamiento acorde a su posición. Pero lo cierto es que intentamos traducir nuestra idea deportiva, pregonando el buen toque de pie; y por supuesto también nuestros valores.