La rigidez de la FIFA exaspera a Sudáfrica

“Fick Fufa!”, este “anagrama” en inglés que se lee en remeras vendidas por comerciantes ambulantes da cuenta de la exasperación que genera en la población sudafricana que recibe el Mundial 2010  la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), que trata de preservar su marca.

Esloganes como ése aparecieron tras el caso de las “minifaladas naranjas”, en el que se detuvo a un grupo de mujeres que se exhibieron en el estadio Soccer City de Johannesburgo durante un duelo del Mundial, todas con cortos vestidos regalados con la compra de una cerveza no patrocinadora del evento.

Dos holandesas, consideradas las organizadoras de esa campaña de publicidad ilegal, fueron detenidas en el estadio, el pasado 16 de junio, y acabaron saliendo de las dependencias policiales pagando una fianza de 10.000 rands (1.000 euros).

Se trata del doble que tuvo que pagar un supuesto secuestrador de un niño para que fuera puesto en libertad provisional.

Tras la indignación que causó en La Haya la detención “insensata” de sus ciudadanas, la FIFA alcanzó un acuerdo con el productor de cerveza con el que la organización futbolística retiró su denuncia.

Pero ese acuerdo no ha impedido que su imagen se haya visto ensombrecida por los testimonios de las detenidas, que señalaron haber vivido una experiencia “traumática”.

Los sudafricanos están agradecidos a las autoridades del fútbol mundial por haber elegido su país para organizar la gran misa deportiva que es la cita planetaria y por haber mantenido la confianza en un Estado que ha sido puesto en entredicho por los escépticos.

Pero algunos no admiten las reglas del márketing impuestas por la FIFA para proteger los derechos de sus socios, que han desembolsado 1.000 millones de dólares (unos 820 millones de euros) para ser los únicos patrocinadores del evento.

Sudáfrica ya no es un Estado de derecho. En este momento está dirigida por la FIFA“, señala Tim Burrell, abogado especialista en cuestiones de propiedad intelectual. Uno de sus clientes ha sido objeto de denuncia en los tribunales porque quería producir llaveros decorados con un balón redondo, una vuvuzela y la mención 2010.

La FIFA es propietaria de los derechos exclusivos de los términos como “Copa del Mundo 2010”, “Mundial de fútbol de Sudáfrica” y de toda una serie de combinaciones de estas nociones para que no haya pequeñas empresas que traten de aprovecharse del caudal financiero que se genera con el evento.

Al contrario, la FIFA es más flexible con las Pequeñas y Medianas Empresas, prefiriendo siempre tener una actitud pedagógica y no agresiva“, aseguran sus portavoces.

Sin embargo, un restaurador de Port-Elizabeth (sur) fue obligado a retirar un balón de un escaparate de su establecimiento, mientras que la marca deportiva Nike nunca se preocupó por estos temas, pese a que con sus publicidades “se ha hecho pasar por un patrocinador oficial”, según una investigación del grupo Nielsen.

La FIFA es cobarde: no actúa contra Nike porque ésta tiene más medios económicos que ella, y sólo la emprende contra los pequeños peces sudafricanos“, estima Burrell.

Otros se insurgen por las restricciones comerciales surgidas alrededor de los estadios sedes del evento, donde sólo los patrocinadores oficiales pueden vender productos a precios excesivos para los locales.

“¿Por qué debería pagar 30 rands (3 euros) por una cerveza americana rojiza cuando en el bar de enfrente se vende un vaso a 12 rands (alrededor de 1 euro)?”, se queja el periodista Adriaan Basson, en la página de Internet toughtleader.co.za, antes de invitar a la revuelta. “¿FIFA: momento para un golpe de Estado?“, escribe.

Fuente: Terra Colombia / AFP