El rostro más sensible de la FIFA oculta una saga de intereses, negocios y oportunistas. Todo aquel que siguió algún partido del Mundial se habrá percatado de que los estadios no lucen completos. Ni siquiera en el juego inaugural entre Sudáfrica y México se pobló el Soccer City en su totalidad.
No fue más que el afán de escenificar multitudes lo que llevó a la organización a regalar miles de ubicaciones a último momento para los chicos de las escuelas públicas. Pero ni siquiera así, todos los asientos encontraron una persona que los ocupe. Existen algunas razones por las que los partidos no se juegan a estadio completo.
La venta doméstica: las clases media y baja de Sudáfrica son las que adoptaron la cultura futbolística comprendida casi al estilo sudamericano. Si fuera por ellos, asistirían a todos los partidos. Sin embargo, los precios de las entradas son un obstáculo en un país que está sumido en la pobreza, con el 50 por ciento de sus 49 millones de habitantes pobres y un 24 por ciento desempleados, según los informes CIA World Factbook, elaborados a partir de estadísticas oficiales.
La recesión económica en Europa fue un cachetazo para Sudáfrica: la Cámara de Turismo sudafricana transparentó sus cifras. De los 450.000 visitantes que en algún momento se esperaron, las estimaciones hablan de una afluencia inferior a los 200 mil. Una de las causas de la baja fue el sacudón económico de algunos gigantes europeos, como Grecia y España. Por ejemplo, en el partido entre Grecia y Corea del Sur había reservas anticipadas de tickets, pero finalmente el choque se jugó en Puerto Elizabeth con 10.955 asientos vacíos. O en Nueva Zelanda vs. Eslovaquia, en Rustemburg, tuvo más de 15.000 sitios sin dueño.
El oportunismo y la venta ilegal: la organización afronta durante estos días algunos embates legales iniciados por empresas que invirtieron dinero en paquetes de entrada (una buena parte VIP) y hospitalidad que después iban a ser comercializados a un precio mayor por los agentes FIFA. Entre las empresas, se destaca la gasolera Sasol, una suerte de Repsol YPF sudafricana. En el diario local The Star, voceros de Sasol dijeron que la pérdida ocasionada es de 500.000 dólares.
Sin embargo, lo que más inquieta a la gran industria de la FIFA son los sitios ilegales que ofrecen entradas vía web. Se activó una exhaustiva investigación sobre una agencia noruega, que habría estafado a miles de personas durante este Mundial. A esta agencia clandestina le apunta la FIFA como una de las responsables de varios lugares vacíos en partidos de alto vuelo.
Jérome Valcke es secretario de la FIFA e insiste con que los estadios están llenos. “Se vendieron el 97 por ciento de los tickets, no sé de qué me hablan cuando dicen que los estados no están repletos“, respondió el dirigente.
Sin embargo, un vocero de FIFA reconoció la inquietud que provocó en el organismo observar las imágenes con butacas vacías y que se divulgue lo de las agencias ilegales que comercializan tickets falsos.
Por eso, la FIFA ya abrió una inesperada etapa de venta de entradas para los cruces de ahora hasta el final del torneo. Hasta allegados a la AFA se animaron a montar una pequeña oficina de venta de boletos en el hotel Southern Sun, en Pretoria.
Por Nicolás Balinotti
Fuente: Cancha Llena – La Nación