Cuando creíamos que se había terminado la polémica, vuelven a surgir los conflictos en la Selección de Uruguay. Cuando algunos días atrás se confirmó que finalmente PUMA seguiría vistiendo a la Celeste (ver más), los principales referentes del plantel salieron a mostrar su descontento, sobre todo con la empresa Tenfield. Pero no terminó tan sólo con un mensaje en las redes sociales, sino que siguió en los entrenamientos.
¿Cómo fue el método de protesta ahora? Bastante simple, pero efectivo. Ninguna de las camisetas de entrenamiento de los jugadores llevaban las clásicas estampas de los patrocinadores, que usualmente sí aparecen en ella. Todo esto ocurre gracias a la pelea entre ambas partes por el uso de los derechos de la imagen de cada uno de los jugadores. Lo mismo ocurrió en la conferencia de prensa, eliminando los logo del habitual fondo.
Son cuatro empresas las que se perjudicaron en esta medida. La principal es Coca-Cola, que aparecía en gran tamaño en el frente, junto a la telefónica Antel y la cervecería Pilsen. En menor medida, el grupo Sancor Seguros también se hacía presente, por debajo del escudo de la federación. La firma que sí se salvó es PUMA, proveedora de indumentaria de la selección.