Review | Probamos el FIFA 21

Los fanáticos de los videojuegos esperamos que siempre que se presenta una nueva entrega, venga recargada de novedades y cosas nuevas. Pero lo cierto es que lo que no está roto, (a veces) no hay que tocarlo, porque puede terminar en algo peor. El año pasado la gran novedad fue la baja en el ritmo de juego, se volvió un poco menos un juego de corredores y algo más pensante, donde el pase significa algo. Para el flamante juego, la experiencia es bastante similar en ese sentido. A nuestro gusto es la dirección correcta, le da ese gustito a simulador y no tan arcade; aunque es realmente raro encontrarse un jugador en línea que no quiera exprimir los jugadores con velocidad y ritmo altos.

Para este lanzamiento el foco estuvo puesto en la IA, algo que seguramente se pueda exprimir más en las futuras consolas, con mucho mayor poder de procesamiento. Esto se ve más que nada en el posicionamiento de los jugadores, por ejemplo, al frenar la carrera para evitar caer en offside en el momento del pase. A veces pareciera como que la propia IA fuerza esa situación corriendo a toda velocidad sin sentido y quedando momentáneamente en offisde, pero es una pizca de cómo ha crecido este aspecto en el juego. A destacar el mejorado control manual de los jugadores que no tienen la pelota; brinda más chances de gol, aunque a veces pueda ser demasiado para procesar cuando se está jugando casualmente.

Siguiendo la línea del FIFA 20, tenemos algunas nuevas animaciones en defensa, lo que hace un poco más variado el juego. Sumado a un nuevo sistema de colisiones (que sigue fallando igual, pero ningún código es perfecto), nos encontramos con una experiencia algo mejorada. Más allá de eso, el ataque sigue siendo infinitamente mejor a la defensa, en el sentido que hay regates y secuencias de pases que son virtualmente imposibles de frenar. Más que nada esos nuevos regates con el balón corto al pie; frustrante a veces. Tal vez el objetivo es que haya muchos goles, pero la defensa tiene que dar un paso arriba. Ah, para no olvidarse, sabemos que es un juego que pregona el fair play, pero podrían habilitar de una vez por toda la opción de tirar una buena patada para frenar el juego (sobre todo frente al CPU).

El sistema de penales y tiros libres es muy similar a lo visto en su antecesor, sino igual. Si bien este último es mucho mejor que el anterior de ir corriendo a la pelota de forma rara, para el jugador casual (como somos nosotros) hoy es casi una odisea hacer un gol así. En el afán de hacer un buen simulador, no hay que olvidarse de los que podemos jugar solo un par de horas por fin de semana para divertirnos. Donde no vimos novedades es en los arqueros, que ya habían mejorado para la edición 2020 del juego. ¿Siguen estando los arqueros con superpoderes que sacan todo? Sí, claro; y ni les contamos en Volta.

Como última innovación, tenemos un nuevo modo de flashbacks, que permite volver atrás unos segundos para volver a intentarlo cuando no podemos hacer un gol o nos encajan uno. Se van a evitar muchos rage quit con esto. En fin, pocas mejoras, pero mantiene un nivel consistente, que sigue dando horas de diversión. El salto grande seguramente se verá en las nuevas consolas. 9/10

La variedad es fundamental para no aburrirse al poco tiempo de comprarlo. Si bien en la primera entrega Volta no fue el gran boom que suponía ser, para nosotros fue un poco de aire fresco en una saga que parecía algo estancada. El deporte en campos chicos es mucho más dinámico y desafiante, algo que a veces se padece en los partidos de fútbol 11. En FIFA 21, Volta no cambia demasiado, más allá de unos ajustes al gameplay, una historia totalmente nueva y nuevas sedes para jugar.

Lo mejor que sigue teniendo este modo de juego es su intensidad. Constamente el ritmo es alto, no se puede enfriar un partido; y eso es lo que lo hace divertido. Con respecto al año pasado, se mejoraron en dos cosas para nosotros vitales. La primera, el posicionamiento de los jugadores: aunque sigue sin ser perfecto, ahora hay más criterio para moverse adentro de la cancha y ofrecen más posibildiades para llegar al gol. El segundo, es que quien ocupa la posición de defender el arco (no un/a arquero/a) ya no se espanta cuando viene la pelota y la deja entrar como si nada. O al menos no ocurre tan seguido. Sí se mantiene el hecho que el físico casi no es decisivo (un jugador chico le gana con el cuerpo a uno grande constantemente) y que los arqueros en futsal tienen momentos que parecen robots con súper reflejos. Pero bueno, lo hace desafiante.

La historia en sí no es nada muy convincente, ni que dé ganas de seguirla fielmente (tampoco es un juego de aventura). Lo más interesante es la inclusión de jugadores y leyendas del fútbol, como Kaká, así como freestylers que le dan esa vibra callejera. Con el correr de los partidos iremos desbloqueando nuevos escenarios y torneos, que realmente están muy bien logrados. Dubái, Sídney y Milán son canchas espectaculares; y ni hablar el estadio Volta donde se ilumina el piso. Todo lo gráfico y visual está bastante bien desarrollado, incluyendo también toda la parte de vestimenta que le ayuda a dar carácter a los protagonistas.

Con respecto a su peor punto del año pasado, los partidos online,  pareciera que ya no tendremos que esperar largos minutos para encontrar un rival. O al menos no en estos días, veremos cómo sigue el entusiasmo. Ah, tampoco nos volvimos a encontrar con el bug de los arqueros gigantes. Pulió cosas, pero aun le falta para volver a las épocas de gloria de FIFA Street. 8/10

Este año centraremos todo en la cenicienta, por qué no, de esta edición: el Modo Carrera. Finalmente hubo un cambio considerable, lo que miles y miles de usuarios veníamos esperando hace tiempo. No es nada de otro mundo tampoco, no llega a niveles de NBA 2K, pero de a poco va sumando para una experiencia más completa. En FIFA 20 se habían introducido features relacionados a la personalización del técnico y la importancia del trato diario con los jugadores y la prensa. A partir de esto, el foco ahora se puso en lo que pasa entre partidos.

Tenemos un nuevo sistema de entrenamiento activo para todos los jugadores, durante la semana. De esta forma, se deja atrás los cinco entrenamientos individuales, y ahora podemos trabajar en grupos distintas tareas específicas en distintos días. Ojo, acá entra también la habilidad del usuario para no cansar los jugadores y mantener la moral alta. Es un añadido muy interesante, pero que después de un par de semanas, aburre un poco y empezamos a simularlo una vez que ya repetimos varias veces los ejercicios. Lógico en cierto punto: a todos nos divierte más el partido que el entrenamiento, incluso en los videojuegos. Lo bueno es que tenemos un progreso más global y controlado de los jugadores.

Esto último que dijimos se puede exprimir aun más con la posibilidad de reasignar jugadores en otras posiciones, o mismo cambiar el perfil de juego. Por ejemplo, nosotros empezamos a desarrollar a Gianluigi Donnarumma como ‘portero líbero’, para que juegue algo más lejos del arco y mejor con los pies. El cambio lleva su tiempo, pero el Modo Carrera no es algo de una semana. Si bien nosotros encaramos nuestro camino con el AC Milan, por lo que no es tan necesario desarrollar jugadores rápido, estos añadidos toman mucha más importancia cuando se hace lo que a todos les gusta: agarrar un equipo de la tercera de Inglaterra y llevarlo a lo más alto.

Las dos últimas innovaciones no son tales (del todo). Para el sistema de transferencia vuelve la opción de préstamo con opción de compra, que ya estaba y habían sacado por algún motivo. La otra es la simulación de los partidos, con posibilidad de intervenir. Al principio no es algo que usemos realmente porque tenemos ganas de jugar, pero tomará vital importancia tras un par de temporadas cuando nos enfrentemos a rivales más aburridos. La opción es bastante interactiva. Todos estos ‘chiches’ suman. Sabemos que le falta más riesgo, más control sobre lo financiero o los equipos juveniles, pero no perdemos la fe que pronto vendrá. De momento, bien que se siga trabajando sobre este modo. 8,5/10

El trailer decía que era el “FUT más social de la historia”. ¿Cómo se llega a esta conclusión? FUT CO-OP es la respuesta. Poder jugar de a dos, algo que ya se podía en otros modos online, es un añadido muy interesante para Ultimate Team, brindando horas de diversión entre amigos, en un nivel de competencia muy alto. El gran desafío de este modo de juego es reinventarse cada año, ya que es un negocio de más de mil millones de dólares por cada edición, por lo que lo tienen que cuidar mucho.

Esto se suma a nuevos eventos semanales, desafíos contra distintas plantillas que se irán añadiendo, la posibilidad de ir ascendiendo en divisiones hasta llegar a la primera, entrenar en encuentros ante la CPU. Por supuesto, se seguirá coleccionado cartas de todos los gustos y sabores, entre las que destacan los nuevos Icons que siempre nos ponen en vilo ante cada apertura de paquetes. La única crítica sigue siendo la misma de hace años. Quien no compra monedas está en una desventaja tremenda, más cuando se es un jugador casual. Igual, ya todos lo sabemos, esto es algo que nunca va a cambiar.

Por temas de licencias y demás, FUT incluye una innovación que lamentablemente no está en el Modo Carrera: el editor de estadios. Así, podremos crear nuestra casa ideal, con nuestros colores, banderas, estatuas, recibimientos especiales, música y más. Esto es un golazo, que nos motiva a jugar más y más para poder mejorarlo y hacerlo sentir como propio, con nuestra identidad. De Pro Clubs no tenemos nada para decir porque no tienen novedad alguna, más allá de la personalización de jugadores: poco y nada para uno de los soldados más queridos de este pelotón. Temporadas sigue siendo nuestro gran aliado en el online. 9/10

En este apartado se nota que el motor gráfico Frosbite, que ya se viene usando hace varios años, llegó a su tope de rendimiento. En cierto punto es lógico que no haya muchas modificaciones para que la gente considere seriamente pasarse a la nueva generación de consolas y use los nuevos juegos con el Unreal Engine. Pero la verdad es que no hay novedad alguna con respecto al FIFA 20. De a momentos es un calco y cuesta bastante distinguirlo incluso, lo que es una decepción, no vamos a mentir.

Año a año vemos pequeños retoques en el diseño de los menús, los marcadores, que le dan un aire fresco; pero lo cierto es que llegó realmente a la cúspide. Aun así, los recibimientos, la vida afuera del rectángulo de juego, la ambientación para los partidos de copa importantes siguen siendo de altísima calidad; tal vez un poco exagerados para algunos partidos de poca importancia. Lo que siempre vamos a ser fanáticos es de los marcadores que son oficiales, ayudan a que la experiencia sea mucho más real. Sobre todo cuando estamos jugando en Modo Carrera o una Libertadores con amigos (cuando se levante la cuarentena).

Como punto final, más allá que tenemos las expectativas muy altas para la PlayStation 5/Xbox Series X, lo único que realmente nos interesa que cambien profundamente es la celebración a la hora de salir campeón. Es pésima hace años. Da igual si ganás una copa amistosa o la Champions/Libertadores, el único jugador que agarra el trofeo es el capitán, es poco agraciada y muchos más adjetivos. El momento del himno de la Champions sigue siendo lo mejor. 8/10

Acá siempre tenemos novedades. Si bien se introdujo a mediados de la vida del FIFA 20, los trofeos de la CONMEBOL son una de las cenicientas de esta nueva edición (¿agregarán la Copa América el año que viene?). Trofeo, marcadores, menús y demás dan una gran experiencia de uso, bastante realista. El tema está en que hay muy pocas ligas para aprovecharla en el Modo Carrera. Sólo Argentina y Chile tienen sus ligas licenciadas (Colombia la perdió con PES; Brasil no posee los jugadores licenciados). Mismo cuando se juega el torneo solo, de forma rápida, nos encontramos con jugadores genéricos en los equipos brasileros. Es realmente muy molesto y le baja muchos puntos.

El tema con Brasil es algo más profundo igual. Sin ir más lejos, la selección también tiene jugadores genéricos, a pesar que posee el escudo oficial de la federación. Insólito. Más allá de eso, después no hubo fuerte pérdidas; la AS Roma fue tal vez el golpe más fuerte, aunque ganó al AC Milan y al Inter (¡volvió San Siro!). Renovaron con el Real Madrid y, según rumores, casi pescan al FC Barcelona. La falta del Camp Nou se siente en una liga donde cada vez hay más estadios. Siguiendo con estadios, tenemos cinco nuevos; y, por este lado del mundo, dicen que el de San Lorenzo estaría próximo a sumarse al de Independiente y el de Racing Club; estos dos muy bien escaneados.

En su rivalidad contra el Pro Evolution Soccer, en este aspecto lo pasa por arriba una y otra vez. El presupuesto es muchísimo mayor y la reputación que se armó hace que los clubes confíen en ellos. ¿Los próximos en sumarse son River Plate y Boca Juniors? Ojalá que sí, y que se vuelva a apostar por esta región que tantos usuarios tiene. 9/10